lunes, 4 de mayo de 2009

Prerrequisitos

Traje para el karate (Gi, Do Bok)

El traje para el karate, que parece un pijama, ha sido diseñado en base a los antiguos vestidos orientales. El gi japonés para karate, o el Do Bok coreano, es una prenda de dos piezas hecha de algodón blanco. También puede ser todo negro o blanco con un vivo al color del cinturón. El color de éste denota el rango oficial del karateka y se usa sobre la chaqueta, anudándose al frente en un nudo simple. Tanto el gi como el Do Bok deben estar siempre limpios y en buen estado. En los pies y en las manos no se lleva nada; ni anillos ni relojes. Generalmente hay que usar un soporte atlético y en la práctica libre dicho soporte debe tener un armazón de metal o de plástico. También hay a la venta una especie de armadura, especialmente acojinada, pero normalmente no se usa en la mayoría de las escuelas.

Postura. La postura es un importante primer paso que hay que aprender. Para poder bloquear o golpear con fuerza máxima, el estudiante debe mantenerse en buen equilibrio y en una perfecta postura del karate. Las posturas que más se usan son, por lo general, la frontal, trasera y de "a caballo". Todos los golpes, bloqueos y patadas se propinan con estas posturas.

Hay que practicar todas las posturas y hacer que nuestro instructor nos las corrija y supervise antes de hacer movimientos hacia adelante o hacia atrás con las mismas.


Equilibrio. El equilibrio es una habilidad muy importante en el karate. Todas las técnicas avanzadas dependen del dominio que tengamos de las posturas básicas y de un buen equilibrio. En la mayoría de los movimientos corporales, el centro de gravedad es bajo. Practiquemos movimientos a lo largo del piso en postura frontal, luego en postura trasera y lateral. Los pies se deslizan por el piso en algunos de ellos, y en otros, se alzan algunas pulgadas al volteamos o movernos. Tratemos de desarrollar nuestras habilidades, de tal manera que nos movamos silenciosamente, sin arrastrar los pies. Al hacerlo, nuestro equilibrio debe permanecer estable. Cuando no volteemos o movamos diagonalmente, no crucemos las piernas. Para los novatos es difícil moverse sin hacerse hacia arriba y hacia abajo. Hay que tratar de mantener el nivel de la cabeza y movernos en línea recta. Hagámoslo frente al espejo y pidamos a nuestro instructor que supervise. El aprender posturas incorrectas constituirá un grave impedimento posteriormente. Al principio, practiquemos los movimientos solamente con los pies; más tarde utilicemos las manos: golpes o bloqueos directos. Se necesita mucha práctica en estas primeras lecciones. Una vez que las habilidades básicas se dominan, se van añadiendo con facilidad las vueltas complejas y las patadas voladoras.

Calistenia. Es muy importante contar con una buena aptitud física. Empujar y saltar la cuerda debe ser algo diario y rutinario. La práctica del karate es ardua, por lo cual, los estudiantes pueden perder fácilmente algunos kilos en cada lección, a causa de la copiosa transpiración. Los ejercicios de calentamiento y de enfriamiento son sumamente importantes. Consultemos al instructor para que nos elabore un programa calisténico adecuado. Los estudiantes de karate usualmente dedican de diez a veinte minutos de cada clase, estirando y calentando los músculos antes de practicar formas (katas) o lucha. Los sedentarios, especialmente los hombres de edad media, deben prestar especial cuidado en ponerse en forma con un programa diario de ejercicios antes de tomar lecciones de karate. Se hace hincapié en estirar los músculos de la cintura y de los muslos.

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