viernes, 22 de enero de 2010

Conocimientos de karate esenciales para todos

Filosofía del karate

Cuando un visitante entra a un dojo o dojang de karate por primera vez, es probable que experimente la sensación de penetrar en un mundo nuevo y extraño y que inmediatamente lo impresione las paradojas que ahí ve. Los estudiantes, con sus uniformes blancos, a manera de pijamas, están de pie o arrodillados en silenciosa meditación; se inclinan ante el instructor y ante ellos mismos, y luego, lo que inicialmente parecía ser una especie de ceremonia religiosa, de repente se ve invadida por una atmósfera de palestra. Los estudiantes practican en parejas, bajo la mirada observadora del siempre presente instructor, y parecen resueltos a despedazarse. El ambiente, antes silencioso, es roto por gritos que hielan la sangre, que reciben el nombre de kiais. Empero, no se producen lastimaduras y nadie está enojado ni asustado. A una voz de orden del maestro, cesan las aparentes hostilidades y los participantes se inclinan respetuosa y mutuamente.

A los ojos de cualquier observador suspicaz, es evidente que en este sitio se verifica algo más que una práctica de luchadores. El karate es un arte complejo, no muy diferente del ballet, y a la vez, un deporte no muy alejado del boxeo. Por otra parte, se trata de un ejercicio mental y moral, y ciertamente, es casi una experiencia espiritual. En cada sesión de práctica se produce un esfuerzo concertado por unir mente, espíritu y cuerpo, tal y como Bodhidharma se empeñó en hacerlo con los monjes zen hace casi 2,000 años.

Karate para el cuerpo. El karate es un deporte y un arte arduos, y los instructores usualmente exigen que los principiantes se sometan a un reconocimiento médico antes de empezar la primera lección. Al igual que en todos los deportes, en el karate se presenta el laborioso proceso de "ponerse en forma": Golpes, empujones, salto de cuerda, saltos y calisteñia son algunos de los requisitos para aprender. En cada lección, después de la meditación, se dedican de diez a veinte minutos para calentar, estirar y aflojar los músculos. Se utilizan ejercicios especiales para estirar los músculos de la pantorrilla y de los muslos. Todos los estudiantes realizan ejercicios con manos y pies, pero para aplicar las técnicas de rompimiento de tablas, se necesitan ejercicios especiales, los cuales no deben efectuarse sin la instrucción especial del maestro. Los reflejos deben ser rápidos, toda vez que los golpes y las patadas se dan con la velocidad del sonido, los bloqueos se deben realizar siempre con la velocidad de la luz. El equilibrio es muy importante en todas las fases del karate, y el aprender a relajarse entre golpes, patadas y bloqueos es algo muy difícil aun para los estudiantes con habilidades atléticas. Una y otra vez, el maestro dirá, tanto a sus alumnos novicios como avanzados: "Relájense y luego apunten y en seguida vuelvan a relajarse." Las formas de karate (Kata o Hyong) requieren de una completa unidad de mente y cuerpo, y las vueltas en 180 grados y las "patadas voladoras" exigen una dosis exacta de relajamiento, equilibrio y enfoque repentino de toda la fuerza corporal en cada golpe o patada. Una técnica especial que se usa para concentrar el total de la fuerza corporal en cada golpe, es la de la torsión de cincura del Tae Kwon Do, la cual fue desarrollada en el dojang Tae Kwon Do del YMCA. Dicha torsión de cintura permite un relajamiento hasta los últimos nueve décimos del golpe; es entonces cuando se tuerce la cintura, no las caderas, en un movimiento rotatorio que va de los 45 a los 90 grados, conforme el golpe da en el blanco, aumentando enormemente de esta manera la fuerza del mismo. El arduo ejercicio físico, incluso los estirones sobre las coyunturas desnudas de los dedos, no lo es más que cualquier otro deporte activo y se llega a dominar fácilmente. La coordinación, el equilibrio y la capacidad de relajamiento entre cada enfoque de fuerza, son algo difíciles de dominar, ya que requieren de un completo control corporal y mental: en esto consiste el desafío físico del karate. Hay que tener presente que la travesía es al mismo tiempo la meta. No hay que apresurarse sino practicar diariamente y aprender a relajarse.

Karate para la mente. Obviamente, el karate exige una intensa concentración así como capacidad de concentrar nuestra atención resueltamente por un momento, y en seguida cambiar toda esta atención hacia otra dirección y otro blanco. El dominio de estos nuevos movimientos, algunos de ellos bastante desmañados, mientras que otros son ligeramente diferentes de los ordinarios, requiere de inteligencia y paciencia. Cada técnica nueva puede ser algo como frotarse el estómago al mismo tiempo que se da uno palmadas en la cabeza, mientras que saltamos con un pie. El karate es un juego físico de ajedrez y no despierta ningún interés en las personas lentas. Todo este desafío mental y toda esta disciplina valen la pena por sí mismos, pero el karate ofrece todavía más, ya que también se trata de un desafío espiritual y moral.

El karate es Zen. Esto afirma el maestro Oyama y otros muchos maestros de karate. El Zen es una escuela de budismo que ha sido llamada la religión de la realidad inmediata. El objetivo del Zen es el de despertar al estudiante a su verdadero yo y de esta manera suscitarle un grado elevado de autoconocimiento a través de la meditación interior. Los seguidores de esta escuela del budismo buscan la paz de la mente a través del despertar iluminado de una sabiduría intuitiva que creen que actualmente está dormida en toda la gente. La meditación Zen trata de lograr un "estado de tranquilidad", el cual puede adquirirse por medio de la concentración y de ejercicios especiales de respiración que son enseñados a los estudiantes avanzados de karate. Cuando éste se combina con una meditación Zen, puede ayudar de forma apreciable al que lo practica, en su búsqueda de la paz mental y de la ecuanimidad frente al conflicto y la tensión.

La agresión no es simplemente una respuesta a la frustración, sino que se trata de un impulso universal profundamente arraigado. El dilema más crucial al que se enfrenta la humanidad hoy en día es el de si el hombre puede o no aprender a comprender, rituali-zar o controlar por algún otro medio, su agresión. Esto significa un sublimar su agresión natural en un ritual que dé lugar a "válvulas de escape" constructivas, saludables, controladas, y con todo, efectivas. El karate ofrece al hombre moderno semejante disciplina. Su práctica permite que explote la agresión primitiva y simultáneamente capacita al hombre civilizado a controlar cuidadosamente su fuerza y a canalizar su energía, así como a contener la violencia, la cual permanece domeñada mientras no sea atacado físicamente de tal manera que su vida se vea realmente en peligro. En estas circunstancias, el karate ayuda a liberar parte de la furia interior reprimida del hombre del siglo veinte, de tal modo que es saludable, divertido, mentalmente desafiante y moral-mente aceptable. Este control disciplinario es enseñado por el estilo de vida del maestro de karate, el estudiante lo aprende al tratar de ser como él. No puede enseñarse con meras palabras, sino sólo con el ejemplo de los actos del maestro. En resumen, el karate está destinado a la mente, cuerpo y espíritu.

domingo, 17 de enero de 2010

Maneras en el dojo

Todo estudiante de karate, independientemente de su rango o antigüedad, obedece una ley al ingresar en cualquier dojo o dojang. Las maneras, rituales y costumbres del karate ayudan a dar la tónica de la disciplina y el control. El estudiante de karate se quita los zapatos antes de penetrar en el dojo y se inclina ceremoniosamente al entrar en el área de práctica de karate. Al principio y al final de cada lección, el estudiante de karate se inclina ante su maestro y eso mismo hace ante sus compañeros, antes y después de cada práctica de sparring. Allí, el silencio es obligatorio y los estudiantes escuchan atentamente al maestro, no se permiten cuchicheos ni conversaciones en voz alta. La jactancia es sumamente impropia y el comportamiento bravucón queda totalmente eliminado. La disciplina en karate es estricta pero siempre cortés. El gran respeto hacia el maestro de karate es más que un ritual, ya que se lo ha ganado con su habilidad y maneras. Los estudiantes nuevos, en karate, siempre se impresionan enormemente con la gentileza y humildad de un maestro de karate sénior. Todos saben que su opinión acerca del carácter de los estudiantes, en la que se incluye buen espíritu deportivo, humildad y gentileza, influye definitivamente en la decisión que él tome acerca de si están o no listos para aprender técnicas avanzadas de karate. La prontitud física no es el único requisito de las promociones, el karate es un todo.

Seguridad y precauciones en karate: La actitud de todos los que se encuentran presentes en el dojo o dojang, es de gran atención, y esto es primordial, ya que una instrucción u orden mal oídas puede suscitar un grave daño. Cada estudiante aprende rápidamente que la mejor precaución de seguridad consiste en una atención sin límites a las palabras del maestro de karate. Los avanzados, al igual que el instructor enteran a los novatos, tanto oralmente como por medio de ejemplos, que la seguridad depende de la fiel observancia de las reglas al practicar el deporte. El karate es un deporte exento de daños o lastimaduras, siempre y cuando se observen cuidadosamente las instrucciones del titular o maestro de karate. La práctica de técnicas avanzadas, aun cuando éstas puedan parecer engañosamente sencillas, singla supervisión del maestro pueden ocasionar más de un hueso roto.


Reverencia: La reverencia o inclinación oriental es la forma acostumbrada de demostrar respeto, al igual que el apretón de manos o el "hola" del mundo occidental, y en el karate no es diferente. De forma similar al apretón de manos en el boxeo y en el fútbol, la reverencia en el karate significa : "Estoy listo", al principio, y "Gracias", al finalizar. Esta reverencia usualmente se lleva a cabo de pie, pero en ocasiones de ceremonia,, puede verificarse de rodillas. En el karate la acción empieza inmediatamente después de la inclinación, y al realizarse al finalizar el encuentro, pone punto final a cualquier conducta agresiva adicional.

domingo, 10 de enero de 2010

Otras artes marciales: Judo y Aikido

Judo, significa "forma, manera gentil". Se trata de una forma artística de dos personas que se basa en antiguos métodos japoneses de lucha a mano limpia. Se le ha organizado en un deporte olímpico moderno, bien regulado y emocionante, que se parece en algo a la lucha libre. Fue el profesor Jigoro Kano quien lo fundó a fines del siglo pasado, en su escuela de Tokio llamada Kodokan. El antecesor del judo fue el jiu-jitsu, el cual tiene una tradición de mil años de antigüedad bastante parecida a la del karate. El judo se conoció en los Estados Unidos antes de la segunda guerra mundial, y de hecho, ya era practicado por el robusto presidente Teddy Roosevelt. Se juega sobre una estera, y no se permiten los golpes ni las patadas. El deporte se divide grosso modo en dos grupos principales de técnicas: los lanzamientos (de pie) y los agarrones (en posición acostada o sentada). Una pericia especial del judo es aprender el ukemi, el cual consiste en una caída. Antes de que el principiante pueda ser lanzado sin peligro, debe dominar el arte de caer, de tal manera que pueda aterrizar sin daño alguno, amortiguando para ello su caída con ayuda de uno de sus brazos. En los lanzamientos del judo se utiliza el principio de no oponer ninguna resistencia a la fuerza del contrincante. Después de jalarlo o de empujarlo para que pierda el equilibrio, el judoka aplica una palanca a su contrincante y lo arroja a la estera, utilizando las manos, zancadillas, caderazos; o bien, puede caerse deliberadamente y jalar al contrincante con él. Hay más de 40 lanzamientos diferentes, los cuales debe dominar el estudiante antes de que lo promuevan a cinta negra. Las técnicas de los agarrones incluyen varias técnicas de estrangulamiento, llaves, etc. Estos son movimientos de sumisión, y el contrincante vencido acepta su derrota golpeando dos veces la estera.

Los concursos de judo se ganan con un punto (ippon), el cual es obtenido por un lanzamiento perfecto o por una combinación de técnicas de lanzamiento, llaves, estrangulamiento, etc. El concurso puede ganarse si uno de los dos participantes sujeta al otro, sobre la estera, durante más de 30 segundos o por medio de cualquier técnica de sumisión. El encuentro dura tres minutos. Se trata de un deporte muy bien organizado y sus técnicas son las mismas en todo el mundo.

Aikido. Aikido significa "forma de armonía espiritual". Es la más moderna de las artes marciales del Japón, y su inventor, el maestro Uyeshiba la enseñó activamente hasta su fallecimiento ocurrido en 1970 a la edad de 86 años. El aikido es relativamente desconocido en este país, aunque ocasionalmente se ven demostraciones de él, en competencias de judo y karate. El aikidoka usa un traje como el del judo o karate (gi) con una falda negra de espadachín encima de los pantalones. No se trata de un deporte, sino más bien de un estilo de jiu-jitsu de defensa personal "sin dolor". Los estudiantes de aikido no suelen dar patadas ni golpes, sino que utilizan técnicas como torcimiento de las muñecas, evasiones y vueltas para someter al contrincante sin causarle daño. La escuela principal de aikido pone en relieve una forma especial de meditación llamada "ki", en la que el estudiante aprende a enfocar o concentrar su fuerza aun cuando sus músculos estén relajados. Sus técnicas (hay más de 2,500) son más bien complejas y a menudo implican movimientos en círculo. En los Estados Unidos está obteniendo popularidad, pero los instructores de alto rango de este arte, usualmente se encuentran sólo en las grandes ciudades. El aikidoka competente es algo muy gracioso como espectáculo, ya que se evade y gira continuamente en torno a cinco o seis contrincantes a la vez. El maestro Uyeshiba desarrolló un estilo de autodefensa que cristaliza lo fundamental de la no-violencia, por lo que sus discípulos norteamericanos se expresan del aikido de la siguiente manera: "El honorable arte de quitar el infierno del medio."