lunes, 4 de mayo de 2009

Reglas de concurso

Las reglas de concurso varían muy poco en diferentes torneos. Pueden variar los límites de tiempo de dos a siete minutos para cada asalto (usualmente tres minutos) y esto se establece antes de que empiece el shiai. En cada encuentro hay cuatro jueces y un arbitro. En algunos torneos se utilizan los servicios de un juez y un arbitro, de tal manera que puedan verificarse varios encuentros al mismo tiempo. Un arbitro se coloca dentro del área de lucha y se mueve en torno a los participantes a sólo treinta centímetros de distancia, aproximadamente. Otros jueces, se sientan en las esquinas del cuadrilátero y la decisión de los cinco es definitiva e irrevocable. La graduación es un poco compleja. Se necesita ser un karateka de alto rango para apreciar los golpes rápidos y determinar con precisión si el golpe hubiera dado o no en un punto vital, no de haberse retirado. A menudo, el público se sorprende cuando se declara al ganador de un encuentro. La graduación se basa en un sistema de puntos, y a veces un punto o dos de cada tres puntos bastan para obtener la victoria. Tanto los méritos como los deméritos son recompensados por los jueces. Se trata de golpear con el pie o con el puño un punto vital del cuerpo del contrincante. El golpe triunfal sería mortal si se diera con toda la fuerza y no "se retirara" a tiempo. Así pues, el concurso es literalmente una danza simbólica de muerte instantánea. Los deméritos se proporcionan rápidamente por evitar la lucha o por dar deliberadamente la espalda al contrincante. El proferir insultos o cualquier otra conducta poco deportiva, puede originar el paro inmediato del asalto. Está prohibida cualquier pérdida de control. Gomo se trata de un deporte potencialmente peligroso, siempre hay jueces de alto rango presentes para procurar que no se produzcan lastimaduras lamentables. El espíritu de lucha y el estoicismo, así como la técnica, merecen puntos de mérito, pero en análisis final, todo se acaba con un golpe o patada "mortal" propinados en alguno de los veinte puntos vitales invisibles en el cuerpo del concursante. El encuentro empieza a finalizar con corteses reverencias de karate y las reglas se obedecen estrictamente. Las órdenes del arbitro son simples: "Empiecen", "Sepárense", o "Alto". Uno de los participantes lleva una cinta roja enlazada en su cinturón, por lo que se le conoce como el concursante rojo; el otro la trae blanca. Cada uno de los jueces de esquina lleva una bandera blanca y roja y cuando la alza indica al ganador del encuentro. Si alguien sale lastimado, se esfuerzan en determinar las causas y es probable que se culpe de ello a la propia víctima por haber actuado imprudentemente. Si el culpable es el atacante, automáticamente pierde. Además de encuentros entre dos individuos, también los puede haber entre cinco hombres. En algunos torneos se permite participar a las mujeres.

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