sábado, 6 de febrero de 2010

El karate en los Estados Unidos

Muy pocos occidentales habían siquiera oído hablar del karate antes de la segunda guerra mundial, y de hecho, fue a través del maestro Masu-tatsu Oyama, quien viajó por todo el país en compañía del luchador profesional el Gran Togo. Las demostraciones de Oyama de las intrincadas formas de karate, o sea, de las katas, a menudo eran acogidas con abucheos del auditorio. Empezó a demostrar las técnicas de karate para romper ladrillos y tablas, lo cual sí entusiasmó al público norteamericano. En el Japón y en Corea, estas técnicas, utilizadas para poner a prueba la fuerza, constituían una parte mínima del entrenamiento del karate, pero el romper ladrillos con las manos desnudas, desprovistas de todo instrumento o apoyo, fue algo que los norteamericanos apreciaron inmediatamente. Este éxito exagerado del karate ha cambiado muy poco en nuestro país. Desde 1952, el señor Mas Oyama ha regresado en muchas ocasiones a los Estados Unidos, y cuenta con 100,000 discípulos en todo el mundo. Actualmente la mayoría de los norteamericanos reconoce que el karate es un arte complejo, así como un deporte y una técnica efectiva de defensa personal. Tanto el karate japonés como el Tae Kwon Do (o taekwondo) coreano se han vuelto muy populares en los Estados Unidos desde cuando muchos soldados norteamericanos acuartelados en Japón y Corea descubrieron el karate y el Tae Kwon Do. Se calcula que existen actualmente alrededor de 300,000 estudiantes de karate en los Estados Unidos, en sus modalidades japonesas, coreana y de Okinawa. El auge en los ìndices de la criminalidad ha aumentado el interès en los aspectos defensivos pràcticos de este arte. El estudiante norteamericano muy a menudo descuida el ènfasis espiritual, la meditaciòn zen y los ejercicios de respiraciòn yogui introducidos por Bodhidharma. Desde el momento en que la promociòn de los rangos superiores del grado de cinta negra requiere muy frecuentemente de cuatro a siete años, hay muy pocos maestros norteamericanos de alto rango. Los estudiantes avanzados prefieren a menudos a tomar sus lecciones de un maestro oriental. A los Estados Unidos han venido muchas excelentes maestros de karate, y en todas las grandes ciudades de este paìs se puede encontrar buenos dojos o dojangs que ostentan cinturòn negro de cuarto y quinto grado o Dan.

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